ROMERIA, "TXAKOLÍ" Y "GOITIBERA"

Las romerías, en el País Vasco, normalmente se celebran en el campo inmediato al santuario o ermita el día de la festividad religiosa del lugar y, como todos los años, este pasado martes, 14 Septiembre, tuvo lugar la Romería del Calvario en la ermita situada en lo alto de la localidad de Mutriku, a pocos kilómetros de Getaria.

Es una fiesta que dura un día, muy del pueblo, donde se celebra la romería y adonde acude mucha gente para presenciar deportes rurales (ver foto), a comer (ver foto preparando paellas) y beber "txakoli" en gran cantidad. Este año se contabilizaron 1.500 botellas consumidas de este nuestro preciado vino blanco, con denominación de origen de Getaria. Y es que el tiempo caluroso, el cielo azul y el espíritu de fiesta nos acompañaba. Con el calor que hacía no era de extrañar que bebiéramos "txakoli" a raudales.

 Las "Goitibera", preparados, esperaban la llamada de salida.
¿Qué son las "goitibera"? En castellano, lo podríamos traducir como "De arriba hacia abajo". Lanzarse en una de ellas, es uno de los deportes-espectáculos vascos más famosos que podemos encontrar, además de uno de los más divertidos.
La "goitibera" empezó en el  País Vasco y se empezaron a contruir en las primeras décadas del siglo pasado cuando l@s niñ@s, en ausencia de juguetes, daban rienda suelta a su imaginación y construían unos vehículos para su diversión con los desechos de camiones, de las fábricas y las minas. En un principio, se trataba de 4 tablas y 3 rodamientos -indispensables y característas de estos carros- y se lanzaban cuesta abajo, aprovechando las pendientes que tenemos en este país y valiéndose de su propio peso para dirigir el artilugio.

Lo que al principio era una forma de divertirse, el paso del tiempo ha hecho que se vayan organizando competiciones hasta convertirse en un deporte-espectáculo con un alto grado de participación y público.

Era la primera vez que acudía a la fiesta y ,¡qué gran honor!, fui invitada a montar en una de ellas. Un achaque físico me advirtió que sería una insensatez por mi parte. Así que me quedé con las ganas para el próximo año y espero hacerlo porque la bajada en aquellos artilugios es pura diversión y un subidón de adrenalina